Recetas de una mujer migrante. Una ensalada y una crema
La primera vez que vi a mi suegra sacar una zanahoria blanca de su refrigerador, caí en cuenta de lo lejos que estoy de casa.
Me mudé a Serbia hace más de un año, soy de México y me encanta cocinar. Adaptarse a la vida en un país con 7 u 8 meses de frío al año, implica un reto real a la hora de cocinar sin los ingredientes con los que nos hicimos nudo en América Latina y, en mi caso, en México. El título de hoy: Recetas de una mujer migrante. Una ensalada y una crema es un guiño nostálgico, una conformidad agridulce de los sabores que ahora son más míos que los propios de mi tierra.
Sin tortillas, sin chiles guajillos ni tomates verdes. Si eres una mujer migrante o estás pensando en mudarte de Latinoamérica a Europa del Este, lo primero que hay que aprender es a hacer maravillas con los frutos de temporada; porque aquí las temporadas vienen muy en serio. Sandía solo tienes en verano, melón, fresa, cereza, moras, y cilantro también. Paprika (o pimiento rojo) solo en otoño, calabaza, camote y otros pimientos, también.
Las papas son el día a día de todo el año, todos los años. Por si fuera poco, los mangos y kiwis son un milagro de importación navideña que llega a los supermercados a intentar alegrar el humor de los serbios tan fríos envueltos en sus chamarras de plumas y en sus “zdravos” y “hvala”.

Estas son recetas simples para no quedarnos a la deriva de la melancólica página en blanco. Primero, hazte la mejor amiga de las ensaladas y las verduras en crudo o encurtidas. Ahora sí, te presento la Srpka Salata (Ensalada serbia):

Necesitas:
- jitomate
- pepino
- cebolla morada
- sal
- aceite de oliva
¿Qué hacer con eso?
- Corta todo en cubos (no muy pequeños)
- Agrega sal y aceite de oliva
- ¡Ya tienes Srpska Salata!
¿Cómo servir y con qué comer?
- En un tazón sin mucho esfuerzo.
- Cómela con trozos de pan que seguramente has comprado en la panadería local.
Parece una bobería, pero te juro que va a sacarte del apuro y, sin pensarlo demasiado, tendrás el side perfecto para todos los días. Además, estarás ayudándote a integrarte a una sociedad que come esto casi en cada comida. Sin mencionar que siempre podrás tener gente en casa y ofrecer una ensalada local a tus nuevos amigos serbios.
Es claro que no debes vivir en Serbia o siquiera tener el mínimo interés en este país para disfrutar de esta ensalada, porque vaya que la receta es a prueba de torpes culinarios.
Otras imperdibles que cocinar en un país eslavo para huir del frío son las famosas “krem čorbe” que realmente son lo que conocemos como “cremas”, este tipo de sopa que se cocina con media crema o leche evaporada y verduras de tu elección. Una de las favoritas de mi suegra es la krem čorba od šargarepa i paškant (crema de zanahoria y chirivía). Si tú, como yo, no conocías la chirivía, hela aquí.

La primera vez que vi a mi suegra sacar una de estas bellezas de su refrigerador, caí en cuenta de lo lejos que estoy de casa. No dudo que en Latinoamérica estas verduras sean usadas en la cocina, no obstante, yo nunca las había visto, menos había cocinado con ellas y mucho menos pensaría en hacerlas en crema. Estas simpáticas “zanahorias blancas” tienen un sabor fuertecito, algo entre amargo-dulce, y son bastante aromáticas.
Aquí tienes la receta:

Krem čorba od šargarepa i paškant (crema de zanahoria y chirivía)
Course: SopaCuisine: Entradas, sopa, ensaladaDifficulty: EasyNada del otro mundo hacer una crema, así que hajde! ¡manos a la obra!
Ingredientes
1 papa
3 zanahorias
2 chirivías
1 lata de leche evaporada/leche entera/ (si eres vegana, omite este paso)
1 cucharada grande de mantequilla (si eres vegana, cambia por aceite de oliva)
2 dientes de ajo
1/2 cebolla blanca/morada
Sal al gusto
Pimienta al gusto
Caldo de verduras (opcional)
Instrucciones
- Corta y hierve la papa, zanahorias y chirivías por 15/20 minutos.
- Una vez cocidas las verduras, pásalas a la licuadora y agrega la cebolla y el ajo. Licúa hasta integrar todos los ingredientes.
- Coloca la mantequilla/aceite en una olla a fuego medio y vacía la mezcla de verduras. No dejes de mover la mezcla, ya que la densidad de la misma hará que se pegue si el fuego es muy alto y dejas que se asiente.
- Una vez caliente la sopa, agrega la leche/crema poco a poco.
- Sazona con sal, pimienta y el caldo de verduras. Espera y prueba de vez en cuando.
- ¡Listo! Sirve la crema en tazones pequeños y decora con crema ácida y hierbas, si quieres.
Notes
- Esta receta es vegan friendly si cambias la leche por agua y la mantequilla por aceite de oliva.
Espero que estas recetas de una mujer migrante te ayuden si estás viviendo en este lado este del globo. A veces una ensalada y una crema son el pretexto ideal para invitar a alguien a casa y empezar a crear nuevos lazos en este país tan frío como benévolo. Por lo mientras, tú y yo nos encontraremos en otra receta :).
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